¿Cachai El Mote?

Lo que sigue es un comentario que hice a otro post en el blog Mis Nuevos Aires sobre el supuesto mal uso del idioma en Chile. Como éste es un tema que me interesa mucho, dado mi formación como docente del área de la lingüística, me decidí a subirlo como post en mi blog de manera de promover la discusión sobre el tema e informar sobre él.
Se ha hecho un lugar común decir que en Chile "se habla mal el español", o "qué mal hablamos en Chile", y como docente de la especialidad que habitualmente oye este comentario siempre hago la misma pregunta: "¿qué significa "hablar mal"?
Para empezar, hay que aclarar términos. Cuando se habla de muletillas, no se pueden incluir en esta categoría frases tales como "¿Cachai?", "¿La Dura", o "No estoy ni ahi". Este tipo de frases son lo que en dialectología se conocen como expresiones idiomáticas, o en lenguaje común, "modismos", y están presentes en todos los idiomas, ya que forman parte del acerbo lingüístico de tales idiomas y son parte esencial de ellos. La muletilla, por otro lado, se define como la repetición constante de una determinada palabra o frase que interrumpe el normal flujo del discurso, y su función consiste en hacer una pausa para poder retomar el hilo de una argumentación o idea. Ejemplos son las vacilaciones, tales como "eeh...". " uhmm..", y su repetición constante puede ser molesta para la comprensión cabal del discurso de un hablante.
Por otro lado, es frecuente argumentar que en Chile se hablaría una versión "degenerada" o "desvirtuada" del idioma español o castellano, es decir, se supone que "se debería hablar" de acuerdo a un determinado standard que sería el "castellano puro", en oposición a la versión desvirtuada que supuestamente se hablaría en Chile. La pregunta que cabe hacer acá es: ¿cuál es esa versión "pura" o "normal" del castellano? Ciertamente, es difícil, por no decir imposible, determinar cuál es esa versión, ya que en la propia península ibérica existen muchísimas variedades regionales del castellano, e incluso dentro de las mismas regiones es posible encontrar al menos 2 ó 3 variedades del mismo idioma, todas con sus particulares expresiones idiomáticas y diferencias de pronunciación, vocabulario e incluso sintácticas. De hecho, no es muy difícil apreciar estas diferencias dialectales si uno viaja por ejemplo de Santiago a Valparaíso, ciudad en la cual el pan francés o marraqueta se conoce como pan batido, por dar un ejemplo de muchos que se pueden encontrar en diversas regiones de Chile.
Otra idea muy frecuente entre aquellos que dicen que en Chile se habla mal, es aquella que dice relación con lo "mal" que habla la juventud, recurriendo a expresiones idiomáticas que a veces resultan difíciles de comprender para otros grupos de mayor edad. Esta idea, además, tendría relación con la supuesta pobreza de vocabulario de este grupo etáreo, derivada, según se dice, de la "falta de hábitos de lectura que afecta a nuestra juventud". Sobre el particular, es conveniente aclarar que en una lengua existen variedades lingüísticas conocidas como "lectos", entre las cuales están los dialectos, la variedad regional de un dioma, los sociolectos, es decir,la variedad propia de un grupo social; los cronolectos, la variedad propia de un grupo de la misma edad, y los idiolectos, es decir, la variedad propia (idiosincrática) de una persona, en otras palabras, la manera particular de hablar de cada individuo. Por otro lado, debemos también considerar que existen también los "registros", es decir la intención que se le da al dicurso lingüístico, ya sea que queramos ser formales, informales, humorísticos, satíricos, tiernos, fríos, etc. En este sentido, la forma de hablar de la juventud cumple un propósito identificatorio similar a la que cumplen los códigos culturales que ese grupo comparte y que sirven para darles sentido de pertenencia al grupo de pares de su misma edad, objetivo esencial para el desarrollo social de los que pertenecen a tal grupo.
Por otro lado, dentro de la diversidad lingúística de un idioma cualquiera, la sociolingüística ha identificado una serie de "normas", que tienen relación con factores socioculturales, de edad y regionales.Para no extenderme tanto, diré que existen cuatro normas: la culta formal, la culta informal, la inculta formal, y la inculta informal. Un ejemplo de norma culta formal sería una clase magistral dictada por un acádemico universitario, en la cual predominan las frases elaboradas, un vocabulario más o menos extenso y con tendencia al academicismo, y la tendencia a pronunciar más acentuadamente las "eses" finales. Un ejemplo de norma inculta informal, se puede encontrar en cualquier conversación entre personas que tienen confianza y en las cuales el idioma tiende a ser relajado y sin tendencia a lo formal, y donde predominan las expresiones idiomáticas tales como los garabatos, la tendencia a aspirar la "s" final, el cambio de las desinencias verbales " ¿ pa 'onde vai?". Contrariamente a lo que pudiera pensarse, la norma inculta informal no es privativa de los grupos sociales denominados "bajos", y de hecho cualquier persona, hasta los académicos más brillantes, pueden y de hecho recurren a un extenso surtido de expresiones idiomáticas informales, incluyendo los garabatos, cuando se presenta la ocasión.
En conclusión, no existe algo así como "hablar mal", en el sentido que habitualmente se usa para indicar que "en Chile se habla mal". El tipo de lenguaje, o mejor dicho, la variedad que usaremos, dependerá de múltiples factores socioculturales, entre los cuales el menos importante es la menor o mayor "educación", en el sentido libresco, que tenga tal o cual persona. Dicho de otra manera, lo que ha habido es una tendencia a asimilar el "correcto uso" del idioma con una supuesta norma que sería "el castellano original", por un lado, y por otro con el background como lector de un inviduo, indicador de la mayor "cultura" de tal persona, que sería supuestamente un indicador de que usa "adecuadamente" el idioma. Ambas premisas son falacias. De lo que se trata es de desarrollar lo que se conoce como "conciencia lingüïstica", en otras palabras, el ser ubicado lingüísticamente, y usar la variedad de idioma adecuado a la circunstancia. Si tengo que hablar con mi jefe por que tengo que pedirle un aumento de sueldo, entonces mi norma será culta formal. Si estoy carreteando con mis amigos y familiares cercanos, entonces usaremos la norma inculta informal, y no estaremos ni ahi con lo formal, ya que se trata de divertirnos y no pasar por tontos graves. La variedad del castellano que se usa en Chile tiene además, desde el punto de vista de la sociolingüïstica, características muy atractivas como objeto de estudio, ya que la inmensa cantidad de expresiones idiomáticas que posee da cuenta de la riqueza metafórica que posee nuestro idioma, al revés de lo que piensan aquellos que asimilan el buen uso del idioma con la cultura libresca. Si esta idea tuviera asidero, entonces los políticos, expertos en el hablar con palabras ampulosas y supuestamente cargadas de sentido, no serían identificados a su vez como expertos en el arte de la demagogia, y de eso tenemos más que suficiente en los medios de comunicación masiva. Ya sería hora que empezáramos a apreciar mejor nuestra cultura, de la cual el idioma es parte esencial de ella.
Ya. Sorry por lo extenso. Nos vemos. Chaolín.
Comentarios
quede impresionado
saludos
Nuevamente tu post ha sido un acierto. Hace un tiempo atrás leí un articulo de LUN sobre un académico español que visitó Chile precisamente invitado por una universidad chilena a estudiar el uso de nuestro idioma, consultado este sobre nuestra manera de expresarnos verbalmente su opinión fue la siguiente (según lo que recuerdo): “ Los chilenos no hablan mal, es mucho peor oír hablar a los venezolanos (sic)”.
Desafortunadamente al buscar más referentes sobre el artículo que acabo de citar con el fin de señalar porque el mentado señor opinaba de ésa manera acerca de nuestro uso del lenguaje, el buscador de LUN no arrojó el resultado específico que buscaba acerca del mismo, ¡una verdadera lástima no haber podido encontrarlo! Ya que su opinión y enfoque era bastante interesante.
En fin, en mi opinión y un poco alejándome del tema en cuestión aunque si teniendo relación por un lado con el mismo: No hay peor atentado idiomático que el “Spanglish”, viviendo ahora en USA me toca oírlo casi a diario de parte de muchos de los latinos que viven aquí, un verdadero atropello a nuestro lenguaje. Si alguno de ustedes lo ha escuchado pues… juzguen ustedes mismos, a mí parecer no hay más pobreza lingüística que el uso de la deformación de dos idiomas.
Gracias nuevamente por toda la información brindada y si bien cada país tiene su forma particular de expresión no es que los chilenos hablemos mal sino que tan solo nos expresamos de una forma diferente.
Saludos y cariños…
Breves las palabras que hemos cruzado, breves los momentos compartidos a travès de una pantalla, sin embargo nunca olvido y hoy te he recordado.
Si fuera mi intenciòn abordar el tema del buen hablar, me parece que te irìas al sillòn màs cercano y quedarte dormido mientras mis palabras fluyen en mis letras. De modo que ahora callo y prefiero navegar por tus letras un momento.
Te mando un beso
BlancaNieves Covalles
VERDAD...Callada
Saludos.
Saludos..
Donde haces clases ?
Claro y acertado tu post, para releer.
Un abrazo
Claro y acertado tu post, para releer.
Un abrazo
un fuerte abrazo para ti y mil gracias por vuestras palabras en mi morada..
Amapola
@--{--
El lenguaje es una serpiente que a ratos está quieto esperando el movimiento zigzagueante que logra hacer en cada discurso (por muy pequeño o simple que sea)una arma firme poderosa para comunicarnos con nosotros mismos, los demás y en definitiva con el mundo.
Como siempre Fidel, has demostrado la genialidad que envidio (sana envidia... aclaro)
mas tarde se me pasa, saludos
Lo bueno del fenómeno blog en parte es que cada cual desde su rincón y en su estilo puede aportar no sólo en denuncias, sino también en poner en la mesa temas de discusión país de real interés en el cual se puede formar debates, y sacar soluciones a temas reales.
Creo que los medios este rol no lo están cumpliendo bien ante la dictadura del rating, la líneas editoriales y los "altos auspicios".
Sobre el rol denunciante de la prensa, es cierto, muchas veces también investigaciones completas han sido arruinadas por descriterios editoriales o intromisiones de colegas, pero también es claro que cada uno de los casos mencionados requirieron de meses de seguimiento e investigación, y estos se hicieron en muchos casos en coordinación con carabineros y policias de investigaciones (Conozco en particular el caso spiniak y lavanderos porque tengo colegas amigos que trabajaron en el).-
Pucha, te agradezco tu comentario y encuentro excelente que no te hayas limitado en espacio, super bueno el aporte en serio.
Sobre lo que planteas, más allá de las bromas que puedan surgir de los modismo o jerga que usamos, creo que si existe una cultura de comunicación, es decir, el chileno sabe ponerse comunicacionalmente hablando en los planos que corresponde, y rara vez desentona dentro de estos mismo.
Si veo en la gente más joven una perdida en estas habilidades de expresión, pero en contrapartida, quien no la tuvo en su minuto, mezclado con esa rebeldía de la adolecencia.
Saludos.-
un fuerte abrazo para vos..
Amapola Palacios
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Hay que dejar fluir, pero a la vez integrar. Integrar educación, pasado y presente.
Saludos
Señorita No
thanks
thanks....
thank you
mak 7° 2006
thank you
mak 7° 2006
Saludos Cordiales
De cualquier forma el idioma no creó al ser humano, el ser humanos creo el idioma y lo cambia, lo adapta, lo modifica de acuerdo a sus necesidades y circunstancias. No veo nada malo en variaciones como el chicano o el portuñol, considero que de evoluciones como éstas derivaron los idiomas romances del latín, lo mismo dirían los antiguos castellanos cuando los árabes invadieron la península Ibérica!! No hay tal cosa como un idioma puro, aceptemos la evolución, los cambios y los usos de cada persona, de cada grupo y ded cada país. Lo sí es que me encantaria saber su opinión respecto al comentario de Gabriel García Márquez de "jubilar la ortografía" http://www.mundolatino.org/cultura/garciamarquez/ggm6.htm propuesta que no es nueva, por lo menos ya Andrés Bello (escritor y lingüista Venezolano y que, como chileno debe conocer bien) había hecho una propuesta similar hace casi 200 años, simpñificar la ortografía: http://es.wikipedia.org/wiki/Ortograf%C3%ADa_de_Bello (lo gracioso es que se llama ortografía de Bello o chilena). Hasta pronto y besos!!
Tienes mucha razón, en Chile está muy arraigado el creer que "hablamos mal" cuando en realidad sólo hablamos diferente. Que bueno que no sea el único (o mejor dicho, no seamos los únicos) que piensa así.
Saludos y estás cordialmente invitado a seguir visitándome.