La Marcha De Los Pinguinos

La anécdota de este premiado documental es simple: a fines del verano boreal, una bandada de pinguinos emperadores comienza una larga marcha hacia el interior del polo sur, en busca de un lugar seguro en el cual aparearse y empollar a su único huevo. Durante este período, vemos los cortejos de apareamiento, los intentos fallidos de algunas parejas que no saben como protejer a sus huevos, terminando éstos a merced de la inclemencia del clima antártico, el nacimiento de los polluelos, y la coordinación entre el macho y la hembra para empollar primero y luego turnarse para ir a alimentarse y criar a su polluelo, en una serie de largas marchas hacia y desde el mar.
Con indudables méritos cinematográficos, como la fotografía, que recrea con gran acierto el paisaje antártico y las durísimas condiciones que deben enfrentar las aves en su lucha por reproducirse, posee también una interesante banda sonora que, sin embargo, sirve más como telón de fondo que música incidental. Notables son los planos abiertos que muestran a las aves caminando en medio del paisaje de hielo, y los episodios que los muestran soportando las ventiscas en pleno invierno, y la coordinación que muestran para aprovechar el calor de sus cuerpos.
Las fallas de la pelicula están a nivel de narración, por un lado, y en el tono que el director quiso dar a la obra. En su afán por hacer una obra coral, es decir, centrándose en la lucha grupal de las aves, se echa de menos una visión más individual, que se hubiera centrado en las vicisitudes de una pareja de pinguinos y sus éxitos o fracasos durante el viaje, que hubiera añadido algo más de variedad a una narración que a ratos resulta algo plana. Por otro lado, hay una tendencia a mostrar a las aves en situaciones que los harían "parecerse" a los seres humanos, lo que le otorga un carácter condescendiente a la obra, no dejando que las imágenes hablen por sí mismas y apoyándose una narración en off que sólo contribuye a aumentar esta sensación de excesiva complacencia. En resumen, una obra que en el plano visual funciona muy bien, no así en cuanto a lo que el espectador pide de un documental de esta clase, y que tan bien funciona en otra pelicula del mismo género: "La Migración Alada", del 2001. No era necesario demostrar que los pinguinos emperadores tienen valores que supuestamente nos faltan, o que los tienen en mucho mayor medida que nosotros. No creo verdaderamente que los pinguinos tengan tiempo de preocuparse de tales valores. Ya tienen bastante con sobrevivir antes de echarles otro peso encima a sus de por sí atribuladas existencias. De todas maneras, "La Marcha de Los Pinguinos" es una obra interesante de ver, como no sea desde un punto de vista puramente estético. Sobre su aporte al género de documentales sobre la fauna, hay mejores obras y que no caen en la tentación de mostrar metáforas de dudoso valor sobre la "humanidad" de los animales.
Comentarios
Aún así es recomendable, sobre todo para quienes se inician en esto de los documentales.
Saludos desde mi antro virtual.
Me gustó también tu blog, aunque tu foto me dio susto, jajajaja, así que no la agrandé.
volveré a penarte. Saludos de ultratumba.
No he visto este documental, porque simplemente ya he visto otros (como 3) del tema de los pingûinos emperadores. Una de las cosas que falta señalar, es que los pingûinos emperadores no están 100% adaptados a su entorno y que los naturalistas en realidad no saben porque rayos se fueron a vivir en un lugar que los mata (literalmente).
No quiero verla, porque la historia me da mucha pena, solo viven para luchar por llegar al día siguiente, nada mas, en un ambiente desolado cuyo paisaje no cambia, ni da tregua. La verdad me sofoca.
Eso.
¡Que rico tenerte de vuelta!, se te echaba harto de menos por estos lados. De momento, no he visto el documental pero si he oído bastante acerca del mismo, lo buscaré pronto cuando vaya de nuevo al Blockbuster.
Según lo poco que me he podido documentar por la revista “National Geographic” concuerdo con lo que dice “Rodrigo C”: solo viven para luchar por llegar al día siguiente, nada más, en un ambiente desolado cuyo paisaje no cambia, ni da tregua. En mi opinión personal, muchos de los seres humanos vivimos en condiciones similares, a diferencia de los pingüinos que viven así por instinto, nosotros podemos estar descontentos y migrar si es que no nos complace nuestro alrededor.
Bueno, como siempre yo buscándole la quinta pata al gato. (Tu sabes... mis voladas) ¿O será que a veces veo más allá de lo evidente? Ja,ja,ja,ja.
Cuídate mucho, cariños y nos estamos visitando.
(degustaré con más semblante tus otros escritos)
No soy eufemista, pero creo que tienes un conocimiento único en tus palabras y eso es muy destacable entre congéneres...
Me gusta ver pasión,
Y un exquisito vagaje en las artes...
Interesante post sobre el documental. Seguiré leyendo...
Salu2,
C.
Se puso flojo con el blog, los pinguinos ya van de vuelta.
Saludos paranormales.
Un saludo afectuoso
Sebastian Piñera
Independientemente de que si es bueno o malo el documental (que ya lo vi claro que me gustó) lo que no me parece son los comentarios negativos sobre los Pingüinos, creo que llegan a tener más valores que los humanos mismos con el simple echo que no se matan entre si, no contaminan su ambiente, estan 100% comprometidos con su pareja, un alto sentido de la responsablidad, la unión y miles de caracteristicas más, son dignos de admirarse.