Psicotrópicos o psicoestúpidos?

Cuando creíamos que el trono de la estupidez nacional había quedado vacante, he aquí que los inefables Comparini, Silva e Izquierdo nos dan un tapabocas y demuestran cuán cierto es aquella frase de Napoleón que dice: "La realidad tiene límites; la estupidez no". No sólo han dejado como niños de pecho las hazañas idiomáticas de los protagonistas de los reality shows que han sido la gran oferta televisiva de Canal 13, sino que han demostrado el alcance de las idioteces que se pueden realizar cuando uno se auto convence de que no sólo es inteligente, sino gracioso, y cuando se confunden la ironía y la mordacidad con la ramplonería, el mal gusto y la ausencia total de consideración con instituciones, personas y dramas reales. Si la televisión se conoce como "la caja idiota", Comparini, Silva e Izquierdo parece que están bien metidos dentro de la cajita, ya que con su mal llamada "broma", que movilizó un gran operativo de emergencia lanzado al rescate de unos supuestos montañistas perdidos, han puesto de manifiesto su afición por el palomilleo infantil, y han quedado en la misma situación de aquellos niños sorprendidos al haber roto una ventana en un partido de fútbol callejero. La diferencia en este caso es que acá la pelota no sólo ha roto el vidrio y ha caido en el living de la casa, sino que se ha transformado en una bola de nieve que puede tener, y espero que las tenga, consecuencias insospechadas para los bromistas. Y pensar que hace poco los medios mostraban el problema de las líneas de emergencia y de carabineros, saturadas por pitanzas y llamadas obscenas, que las alejan de la función para las que fueron creadas y malgastan valiosos recursos y personal. Y ellos, los perlas, se colocan al mismo nivel de los pendex y enfermos que se divierten llamando a estos fonos. Pero claro, es que en Chile la gente no tiene humor. Sólo algunos, tan inteligentes, creativos, y figuras de los medios de comunicación, como Comparini y sus secuaces. Juzgue usted....